La
motricidad considera el movimiento como un medio de comunicación, expresión y
relación con los demás, teniendo un papel fundamental en el desarrollo armónico
de la personalidad, debido a que los niños y niñas no solo desarrollan sus
habilidades motoras, sino que esta les permite integrar el pensamiento, las
emociones y la socialización (RAMOS et al., 2016).
Para
finalizar, el curso, aunque me fue difícil de entender en algunas ocasiones, lo
considero como uno de los mejores que he tenido hasta ahora en mi proceso de
formación, no solo por lo que aprendí sino también por quien lo impartió,
considero que sin un buen docente al frente, la comprensión, la teoría y la
practica no hubieran sido tan fáciles de procesar.
Desde
mi perspectiva obtuve mucho conocimiento y pude darme cuenta que lo único que
me faltaba para comprender las lecturas era saber aprender a leer, poner
atención a lo que estaba haciendo pero así como me di cuenta de mis debilidades
también tuve fortalezas, como la creatividad a la hora de crear las sesiones
didácticas, elegir adecuadamente actividades que fueran acordes a la edad, a
los patrones, que tuvieran un fin, fueran acordes a lo que solicitan los planes
de estudios vigentes y que por supuesto pusieran a prueba las
habilidades físicas, motrices de los alumnos.
Del
curso aprendí también a investigar y conocer los conceptos desde un lado más
científico, no solo crecí en un ámbito profesional si no también como persona,
me exigí al momento de realizar los trabajos, me puse en el lugar de los
alumnos al pensar si tal vez las actividades no eran llamativas o no cumplían
con lo que en mi mente quería lograr, leí muchísimo, el curso me enseño que
mediante el movimiento se puede expresar, disfrutar, aprender y a reflexionar
sobre la inmensidad de cosas que un no conozco del desarrollo ser humano y sus
posibilidades.
El movimiento es parte esencial en la vida del ser humano, es mediante el mismo como las personas abordan las tareas básicas de supervivencia, exploración del entorno, relación con la sociedad y comunicación, siendo un instrumento fundamental de interacción social (LATORRE; LÓPEZ, 2009).
El
emplear la motricidad en las aulas, es esencial debido a que estimula la
actividad motriz del alumnado, logrando un gran grado de madurez en cada uno de
sus patrones básicos de movimiento, en su coordinación, motricidad,
lateralidad, manipulación de objetos, equilibrio, etc.
Brindar
una educación motriz es vital para el desarrollo sistemático de los movimientos
del cuerpo, cuyo fin es promover la consecución y desarrollo de hábitos,
habilidades, aptitudes y destrezas de tipo psicomotor que contribuyan al
desarrollo pleno, armónico e integral de los niños y niñas.
Gutiérrez
y Castillo (2014) mencionan también que el correcto desarrollo de la
corporalidad en las aulas influye en el desarrollo emocional y en el
aprendizaje racional y conceptual. Para los autores, una experiencia educativa
no sedentaria, que se base en la exploración del espacio mediante la experiencia,
con actividades que inviten a las relaciones, será el camino para el desarrollo
pleno de los niños, niñas y jóvenes.
Las
actividades motrices permiten que exista una relación espacio temporal,
favorecen la concepción del esquema corporal, la conciencia y manejo de la
respiración, el desarrollo de la lateralidad y el mejor manejo del equilibrio.
Para
cerrar Martín y Rodríguez (2010) mencionan lo siguiente “La importancia dada al
cuerpo en el contexto escolar no se puede cuestionar ya que las experiencias y
vivencias son una enorme fuente de aprendizaje. Es por esto que poder vivenciar
en la escuela el propio cuerpo, a través de la práctica motriz, garantiza que
en los centros educativos no solo se prime la transmisión de conocimientos,
sino que sean un lugar de creación y comunicación, donde el cuerpo permite que
los niños y niñas aprendan”.
Comentarios
Publicar un comentario